lunes, 17 de agosto de 2015

Mi querida desconocida III

Mi querida desconocida III


Llegamos al hotel alrededor del mediodía nos ubicaron en nuestras habitaciones y nos indicaron que dentro de 45 minutos se serviría el almuerzo en el restaurante, todos quedaron en habitaciones dobles, de acuerdo al área donde trabajaban, yo pedí una habitación aparte alegando que se sentirían incomodo o incomoda dependiendo de quien me tocara de compañera.-
Baje puntual a comer, me había dado chance de bañarme, guardar la ropa y cambiarme, cuando llego a mi mesa, me sorprendo de ver que me toca compartirla con Blanca y la recreadora, fue una sorpresa agradable, Blanca hace que cualquier momento monótono se convierta en un momento excitante e inolvidable, y por supuesto acompañada de la hermosa recreadora no me podía quejar.-
Comimos sin mucha charla, aunque en el ambiente había una tensión sexual obvia a los ojos de hasta el más despistado, la recreadora se llama Gaby es estudiante de medicina y con este trabajo se paga su carrera, es muy inteligente lo que le agrega un plus, a su ya muy bien evaluado cuerpo atlético, algo sorprendente para una estudiante de medicina, ya que sé que viven para su carrera y las pocas horas de descanso que tienen  no las usan en hacer ejercicio.-
Terminamos de comer y nos despedimos de Gaby quedando en encontrarnos para la salida a conocer la vida nocturna de la ciudad, Blanca y yo fuimos a conocer los alrededores del hotel que desde que llegamos pude ver que eran muy bonitos estaba el área del parque infantil, unas lagunas artificiales que albergaban una gran de cantidad de peces hermosos, en otro lado había un mini laberinto hecho con rosas y unos arbustos verdes bajitos como de un metro y medio de altura,  que en verdad ni me preocupe por saber su nombre, solo me imagine lo que le haría a Blanca ahí en venganza por lo que me hizo en el autobús.-
Caminamos sin tocarnos por miedo a que alguien nos viera, si una persona nos veía solo parecía que la dueña y la vicepresidenta estuvieran hablando de negocios, aunque si nos escuchaban probablemente quedarían traumados, pues yo solo podía hacer referencia a como extrañaba estar entre sus piernas, como extraña la textura de su piel, y lo que le haría apenas tuviera una oportunidad, sentía la tensión de la aprensión sexual por todo mi cuerpo, y solo podía pensar en cómo llevarla al laberinto sin que se diera cuenta y detuviera sus pasos.-
Por fin llegamos al laberinto, caminamos un poco y cuando habíamos cruzado dos veces a la derecha y luego a la izquierda la pegue a la pared de arbusto verde, la bese con pasión chocando mi boca contra la de ella pegando mi cuerpo al suyo, gimiendo por el placer indescriptible que me producía el simple hecho de besarla, de sentir su cuerpo pegado al mío; ella paso sus brazos alrededor de mi cuello pegándome aún más a ella, me mordió los labios, hasta hacerme gritar bajito de dolor, sabía que si no tomaba el control yo de forma rápida, ella terminaría haciéndolo y no podría disfrutar de ella como yo quería.
Acaricie sobre la ropa sus senos, sintiendo como se arqueaba  y de su boca emanaba un delicioso gemido, con ansias saque su camisa de su jean para poder tocar su piel erizada y caliente, sin dejar de besar sus labios, jugando con mi lengua en ellos, para luego introducirla, baje su brasieer y sentí en la palma de mi mano su pezón duro y urgido, sin esperar baje dejando un camino de besos en su cuello, hasta llegar a su seno, bese y chupe su pezón hasta que ella agarrándome fuertemente de mis cabellos me dijo “ o te detienes o me harás acabar solo con comerme los senos”, baje mi mano y sobre sus pantalones le toque su entrepierna, podía sentir su calor aun con la tela de por medio, “esto es lo que quieres” dije con voz ronca por la pasión que me generaba ella.-
“si.” Respondio en un gemido.
Abri su pantalón y lo baje arrodillándome frente a ella notando la sombra de unos bellos rubios apenas naciendo, su aroma me embriagaba y lo brillante de su sexo me invitaba a pecar mas de lo que ya lo había hecho.-
Me detuve unos segundos a contemplarla, tocando sus labios con mi dedo pulgar, apenas un roce, sin decir nada, solo viendo como extendía a lo largo de sus labios el hermoso brillo que cada vez era más, hasta que ella tomando mi cabello me acerco a ella, inclinando su pelvis en busca de mi boca “me desesperas cuando no te siento en mi” dijo entre gemido cuando sintió mi lengua por primera vez en su zona sensible, acaricie su clítoris con mi lengua, sintiendo como se tensaba cuando daba pequeños golpecitos con mi lengua en el; chupe de el, hasta que sentí a Blanca alejarme de su entrepierna, con las piernas temblorosas me pidió un respiro, yo seguía arrodillada viendo su rostro con una fina capa de sudor y sonrojado, como el rostro más hermoso que haya visto, y era así, para mí Blanca es la mujer más hermosa que haya visto en vida, perdida en mis pensamientos sobre ella, tarde en unos segundos en darme cuenta que Blanca se estaba colocando en cuatro en el pasto.
“Que deseas que haga” pregunte mientras volvía a acaricia toda su entrepierna mojada, introduciendo dos dedos lentamente en su interior, disfrutando de la vista de su trasero firme y voluptuoso.-
Solo hazme disfrutar hasta perder el conocimiento.- Respondió ansiosa buscando con su cuerpo que mis dedos entraran más en ella.-
La fui penetrando con dos dedos de forma lenta sintiendo las paredes estrecha de su vagina, disfrutando de los gemidos, entre gemidos ya eran tres mis dedos la que la penetraban con fuerza, mientras con mi otra mano torturaba su clítoris, sin darme cuenta pude introducir cuatro dedos, ella gimió en una liga entre dolor y placer, “ya va dame suave pero no te detengas, no se que estas haciendo pero me encanta” dijo gimiendo mientras pegaba su cara al pasto para con sus manos acariciar sus senos, sentía como cada vez estaba más tensa, así que decidí por probar algo que nunca le había hecho, un fisting, pude meter mis cinco dedos en su interior, disfrutando de su calor y lo estrecha que ella es, sentí como me apretó hasta casi impedir que pudiera mover mi mano, me quede quieta unos segundo sintiendo cada contracción deliciosamente en mi mano, y viendo como ella convulsionaba sin casi consciencia de lo que había pasado o lo que le había hecho.- saque mi mano delicadamente sintiendo como jugos salían escandalosamente rodando libre por sus muslos, bese su entrepierna primero de forma delicada, solo acariciando, luego chupando su clítoris sensible con cuidado para finalmente penetrarla con mi lengua, aunque después de mi mano, mi lengua no era nada, estuve ahí disfrutando de su sabor hasta que sentí que inundaba mi boca de ella, y vi como cayo en la inconsciencia.-
Me quede acostada a su lado abrazándola esperando que regresara, no es que estuviese desmayada, pero estaba muy relajada tanto que no tenía fuerza en su cuerpo, con un poco de esfuerzo la vestí, y apoyándola en mi salimos del laberinto, cuando estamos afuera nos damos cuenta que el laberinto tenia un sistema de cámaras donde me imagino los de seguridad estaban pendiente que nadie hiciera cosas indebidas, “acabamos de brindarle un  espectáculo a los de seguridad inolvidable bebe” dije sorprendiéndome por la expresión de cariño que utilice.

Ella me observo con ojos brillosos no se si por el orgasmo aun o por alegría en verdad no se pero me dejo congelada cuando me beso en los labios ahí en el jardín del hotel “lo se cariño, espero que lo disfruten”.- respondió enderezándose para entrar nuevamente en el hotel. 

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