lunes, 27 de abril de 2015

Con mi Prima Sofía 1

Voy entrando a un hotel de lujo de mi ciudad, donde te vi por primera vez donde tu ibas entrando al lobby del hotel, llevabas un pantalón de color escuro y una camisa de lino blanca, tu piel blanca nívea, tu cabello de color rubio claro pero lo que me impresiono fueron tus  ojos color miel, los cuales encontré justo frente a mí. Vi en ellos  un brillo especial me encantaron tus ojos no puedo negarlo. Subimos en total silencio por el ascensor, tú me veías insistentemente y en más de una oportunidad nuestras miradas luchaban ganando en más de una ocasión mi mirada sobre la tuya.
Cuando te bajaste en el piso 1 del hotel, justo antes de que las puertas del ascensor cerraran me guiñaste tu ojo izquierdo y en tus labios se formó tu nombre. Lo repetí mil veces durante el trayecto hasta mi habitación en el último piso; en más de una ocasión fantaseé contigo entrando a mi habitación con tu sonrisa coqueta que en desde hace unos minutos me tiene atrapada.
Pase varios días súper ocupados con las reuniones por la apertura de la nueva filial de mi empresa, salía muy temprano y llegaba muy tarde, pero hoy ya finalmente había cerrado todos los contratos necesarios para poder iniciar las operaciones en la ciudad de caracas. Como dije hoy por fin me desocupaba a una hora decente de la sala de reuniones del hotel, yo estaba en reunión en el salón rio Mazaruni; cuando llegó de nuevo al Lobby te veo sentada en las sillas del café que se encuentra en dicho Lobby, estas sentada tomándote un café, me acerco por tu espalda y en tu oído izquierdo te susurro: “puedo invitarte otro café o una copa de vino”.
Te volteaste obviamente molesta pero al verme tus ojos volvieron a brillar y con una sonrisa que llenaba todo tu hermoso rostro me respondiste “Mejor invito yo la cena.”
Sonreí y fuimos al restaurante que está en el hotel de comida japonesa, comimos sushi, no sé de qué eran, bueno siendo sincera no lo recuerdo, estaba muy concentrada viéndola, me conto de que es administradora, sus padres están haciendo negocios con el actual gobierno de mi país y por eso es que se encuentra en la ciudad terminamos de cenar y la invite a subir a mi habitación, pedí al servicio de habitación una botella de vino y unos quesos variados para picar mientras bebíamos, apenas entramos nos sentamos en la pequeña sala de la habitación a conversar mientras llegaba el pedido a la habitación, llego a los pocos minutos, sin darnos cuentas nos consumimos la primera botella y comenzamos con la segunda, a la mitad de la segunda botella de vino, ella me beso al principio sé que no respondí pero cuando salí de la sorpresa la bese de vuelta. Primero suave acariciando con mis labios sus labios, recorriendo delicadamente con la punta de mi lengua en apenas un roce su labio inferior, para luego morderlo delicadamente. Ella se sentó y yo la besaba sentada en sus piernas. Ella detuvo el beso y me condujo hasta la habitación donde con delicadeza me fue quitando cada una de mis prendas hasta dejarme en ropa interior.
Yo pude tomar nuevamente el control y colocándole las manos sobre su cabeza, la bese en los labios para bajar suavemente por su cuello, le susurre a su oído: “he fantaseado con esto toda la semana” y mordí su lóbulo, continúe para con delicadeza quitarle su blusa y para mi agradable sorpresa descubrir que no llevaba sostén. Me quede sorprendida con lo hermoso de sus senos, para una mujer de su edad, tenía unos pezones hermosos color rosados y erectos por la excitación los envolví con mis labios saboreándolos, los chupe, los mordí y sentí como ella me agarraba la cabeza para pegarme más a ella; baje por su abdomen dejando un camino de besos hasta llegar a su monte de venus, vi su entrepierna totalmente depilada y brillante por su humedad, me quede unos segundo viéndola oliendo su aroma, me encanta su aroma era dulce adictivo, me acerque lentamente saque mi lengua y con delicadeza la recorrí toda, tenía un sabor dulce como a durazno, ella gimió cuando sintió mi lengua, grito al sentir mi lengua dentro de ella, yo la sujete de las caderas y me perdí en ella, poco a poco sentí como sus músculos se iban tensando, ella me sujeto nuevamente por mi cabeza y sus caderas subían para pegarse más a mí, ella gimió con mis nombre en sus labios, al escucharlo en sus labios, casi tengo un orgasmo, me quede un momento saboreándola disfrutando de ella, hasta que ella me indico que subiera, cuando llegue a sus labios me beso e intercambiamos la posición, me volvía loca como me tocaba como hacía que cada centímetro de piel me quemara, sentirla en mi entrepierna, me llevo al limite su lengua entraba en mí y se movía de una manera vertiginosa, llegue dejándome sin sentido, sintiendo como la llenaba a ella con todo mi ser.
Nos quedamos dormidas abrazadas oliendo a la otra, me desperté enredada en sus brazos, me quede sorprendida, era la primera vez que esto me sucedía nunca me había quedado a dormir después del sexo, siempre me iba antes para evitar las conversaciones incomodas de la mañana. Ella se despertó se quedó un rato en silencio observándome, yo la observaba nerviosa por su reacción inesperadamente me sorprendió que en su cara se dibujara una sonrisa y luego me beso delicadamente en los labios, le respondí el beso fue el inicio de otra sesión de sexo, luego de dos orgasmos y mis piernas aun temblando le digo “linda debemos comer”
Ella me sonríe y sé para de la cama mostrándome todo su hermoso cuerpo, me deleite viendo sus piernas definidas caminar hasta el baño y como sus senos estabas duros en su lugar mostrando huellas de mis besos y caricias.
Hare un break en la historia y aclarare ciertos puntos para empezar me llamo Andrea, tengo 26 años soy blanca pelirroja, por el sol de mi país mis pecas se han multiplicado y ya oficialmente están en todo mi cuerpo, en mis piernas en el único sitio donde no se notan tanto, aunque sé que a muchas mujeres estas pecas le causa un morbo sorprendente, más que todas las ubicadas en mi espalda y hombros, soy administradora y actualmente estoy creando una filial de la compañía heredada de mis padres en Venezuela. Mi actual tormento se llama Sofía, es administradora igualmente tiene 42 años pese a su edad tiene mejor físico que muchas mujeres jóvenes, tiene su cuerpo definido, hace dos horas diarias de gimnasio más una hora diaria de trote, es hija de unos importantes empresario que están al igual que yo haciendo negocios con el gobierno, sorprendentemente nacimos en la misma ciudad pero nos fuimos muy jóvenes por lo cual no nos consideramos de esa ciudad, el apellido es muy común y aunque yo lo llevo de primer apellido y ella de segundo tampoco lo veo extraño pues Pérez es el apellido más común en mi país, este fue mi error, yo vengo de una familia gigante y debí empezar a sospechar.
Vuelvo a la historia, nos arreglamos y salimos dándonos besos de la habitación, quedamos en vernos en la noche si ambas nos desocupábamos temprano de nuestros respectivos compromisos, intercambiamos números para mantenernos en contacto. Regreso a mi habitación a prepararme para el cumpleaños de mi tío en Terrazas del Club Hípico, llegue justo a las 6 para saludar e irme, para poder ver a  mi nuevo amor, estoy hablando con unas tías cuando la veo entrar, se veía espectacular con su vestido rojo, parecía estrella de cine, cuando ella se acerca se sorprende de verme, pero lo disimula muy bien.
Hola Sofía como estas? Le pregunto sonriéndole
Bien Andrea y tú? Me responde de igual manera. Mis tías al vernos se van porque tiene que saludar a otras personas que vienen llegando, nosotras no les prestamos mucha atención y disimuladamente la lleve a la habitación de mi prima, sé que ella no subirá ahorita y podremos hablar calmadamente, apenas entramos al cuarto la bese, acariciando todo su cuerpo, ella no se quedaba atrás, y con todo la pasión contenida en estas horas terminamos haciendo el amor en ese cuarto, un delicioso 69, tampoco podíamos tardar mucho, estábamos jugando con fuego, pero era delicioso,  nos vestimos y bajamos, su papá la estaba buscando para presentarle a sus tíos, para mi sorpresa fue a quien vi a un costado de su padre.
Andrea: Papá que hacen aquí? Dije idiotamente sospechando lo que seguía.
Papá de Andrea: hija estaba poniéndome al día con tu tío Carlos.
Yo lo vi para luego ver a Sofía que estaba igual de pálida pero en su mirada se notaba cierta diversión por la situación, nos quedamos un rato hablando con ellos, yo tratando de disimular lo alterada que estaba por haberme enterado que la mujer que en dos días se había convertido el centro de mi atención era mi prima, esa prima que había sido vetada de la familia por lesbiana.
Salimos las dos de la casa casi simultáneamente, como nos estábamos quedando las dos en el mismo hotel nadie vio raro que yo la llevara, en el camino íbamos en total silencio, sé que será un problema familiar todo esto.
Andrea: Sofía que quieres hacer dejar esto hasta aquí o quieres intentarlo, sé que sonara apresurado y loco pero desde que te vi, supe que eras especial, me gusta pasar tiempo a tu lado, hablar contigo me divierto y me siento muy bien en tu compañía. Dime que quieres hacer?. Pregunte viéndola a los ojos.
Sofía: sé que es difícil te llevo muchos años de diferencia, sé que en la familia será un escándalo, pero estoy dispuesta a tolerarlo y enfrentarlo si tu deseas continuar. Respondió Sofía besando delicadamente los labios de Andrea antes de que ambas entraran en la habitación de Andrea para volver a perderse en la otra.
Al día siguiente Sofía debía atender unos negocios del papá por lo cual nos tuvimos que despedir momentáneamente, yo tenía muchas reuniones en el día, aunque antes de que se fuera volvimos a estar juntas, era como si no pudiéramos estar sin tocarnos.