Capitulo III
Ella salió de la librería sin ver
atrás, mi corazón estaba acelerado, exigiéndome que la siguiera, pero no puedo
hacer eso, ella debe pensar y si en verdad quiere hablar conmigo, ella ira a la dirección que le di, porque por más
que la ame no puedo estar con ella, sintiendo que ella me hace un favor al
darme cinco o diez minutos de su tiempo. Durante el tiempo que estuve en Suiza
cambien mucho, gracias a mi amiga y doctora Helen Flizt que estuvo conmigo más
de una noche, brindándome un hombro en el cual llorar, la verdad es que le debo
mucho.
Ella en este tiempo me enseño que tenía
dos opciones con Julia o la aceptaba como ella es, entendiéndose lo que ella me podía dar, siendo feliz con lo
que ella me daba, o simplemente me iba y trataba de ser feliz con alguien más. Admito
que muchas veces por frustración por necesidad, por querer escapar estuve con
Helen, pero seguía con ese sentimiento de que no era correcto, no me malinterpreten
es una excelente amante, pasábamos toda la noche o todo el día, y muchas veces
todo el fin de semana huyendo del mundo mediante el sexo, pero no eran sus
manos, no era su delicadeza, no era su aroma, el que yo quería sentir. Al final
del frenesí recordaba que no era ella la que estaba a mi lado. Luego de un año
añorándola y los últimos cinco meses comprobando luego de estar con cada mujer
con la que estuve, que era con ella con quien quería estar.
Termine la actividad en la librería,
sumamente cansada, con más números de teléfonos de lo que podría marcar en un
mes de chicas que me aseguraron que solo querían un café con su escritora
favorita, yo los acepte por delicadeza, pero se que no las llamaré, esa fase de
estar en una y otra cama para sacarla de mi sistema por unas hora no me
funciona, por lo menos ahora que la vi nuevamente, que pude sentir todas las
sensaciones que esa mujer despierta en mí, que está más hermosa, que su perfume
todavía lo siento, que la suavidad de su piel todavía la siento en mis manos.
Cuando llegue a la casa, la veo en
la recepción de mi edificio esperándome, cuando la vi sé que en mi cara se dibujó
una sonrisa de felicidad que no había
tenido en años, verla ahí con un jean de corte bajo, con una blusa azul
verdoso, con tacones de unos siete centímetros de alto, que aumentaban sus
piernas kilométricas, se veía hermosa, su piel blanca, su cara sonrojada, al
darse cuenta de mi mirada sobre ella. Justo en ese instante, cuando nos vimos,
con una mirada de excluyendo al mundo de nosotras, donde no existía nadie más en la tierra que pudiera hacer que apartara mi
vista de ella. Me acerque nerviosa, espere unos segundos frente de ella antes
de poder tomar el valor suficiente para darle un abrazo y un beso en la
mejilla, pues estábamos aun en la recepción. Nos quedamos unos minutos
abrazadas sintiendo como su cuerpo se adaptaba perfectamente al mío, como mi
cuerpo entero se relajaba solo al estar abrazada a ella. Y volví a corroborar
que era en esos brazos, en sus brazos en los que quiero estar. La agarre de la
mano y nos dirigimos al ascensor, sin decir nada, solo viéndonos y sonriéndonos
como dos adolescentes, antes de que las puertas se cerraran le dije al
recepcionista “Por favor Miguel si viene Helen, dile que estoy ocupada, si
viene otra persona que no estoy”. El solo asintió de forma afirmativa.
Pasa Jul, siéntate iré a ponerme
algo más cómodo, quieres una copa de vino, café, refresco, jugo algo?.- Dije acercándola
a la sala y tomando su cartera para ponerla en la mesa del lobby para que tenga
que cargar con ella.
Ella me vio sorprendida, pero en su
mirada estaba una nostalgia ligada en igual medida con dulzura y sorpresa.
“creo que vino estará bien”. Respondió sonrojada.
Yo solo sonreí sonrojada, y acaricie
su mejilla derecha con la punta de mis dedos de forma delicada, y un gemido se
escapó de su boca, nuestras miradas se volvieron a encontrar, ella lo sabe,
sigue siendo el amor de mi vida, y yo sigo siendo lo que haya sido para ella.
Me aleje como una niña de cinco
años, le serví la copa y se la entregue, “ya vengo Jul, déjame cambiar no puedo
estar mucho tiempo sobre tacones”. Dije sonriéndole no podía dejar de
sonreírle.
Cuando llegue al cuarto que cambie,
me puse un short a mitad del muslo color negro, con una blusa ligera de color
melón, con unas sandalias bajitas, sentía mi piel sensible, luego de las
terapias había quedado sensible, a veces el roce de la ropa, podía significar
para mí un dolor molesto no inhabilitante, pero sí muy tedioso, ya que mi
epidermis había quedado muy sensible por la radiación, estoy en tratamiento
pero es muy lenta su acción, tomando en cuenta que apenas tengo dos meses en
tratamiento no me puedo quejar, sé que se irán junto con mis otros dolores solo
debo tener un poco de paciencia.
Me senté a su lado, observándola,
notando que ya en sus ojos se notaban unas muy sutiles líneas de expresión, que
cuando sonríe en su cara se formaban unas hermosas líneas alrededor de sus
labios, pero seguía siendo igual de hermosa que hace ocho años, cuando la
conocí, más hermosa que cuando la vi por última vez.
Sé que debemos hablar, pero tenerla
tan cerca de mí después de tanto tiempo se siente tan bien, que no tengo la
necesidad de hablar, no tengo la necesidad del saber porque, solo me importa
que se pueda quedar conmigo ahí un momento más, unos minutos más. Sin poder
controlarme la abrace, lo hice tan fuerte que casi la tumbe de espaldas en el
sofá, ella me abrazo de regreso, fue como si el tiempo no hubiese pasado, si no
hubiese pasado nada malo, e igualmente sin controlarme llore, llore el miedo de todo lo que me había pasado
durante este año, de los momentos que viví en Suiza, que gracias a Dios tenia a
Helen, sino no sabría dónde estaría, ya que verónica tuvo que regresar al cuarto mes de mi
estadía en suiza, y desde ese momento todo fue una locura.
Oh mi niña, vamos no llores, por
favor no llores.- Decía ella acariciando mi cabello y dándome besos en mi
frente.
Oh, lo siento, no lo pude evitar,
fue tan horrible, mis padres yo ellos..- no quería decir lo que habían hecho, así
que simplemente me calle y volví a abrazarla.
Ella levanto mi cara, con cuidado
como si me tuviera miedo, lentamente se acercó a mí, viendo intercaladamente
mis ojos y mis labios, cuando sentí sus labios sobre los míos, gemí eran mejor
de lo que recordaba, y sin barreras le respondí el beso, sintiendo como su
lengua jugaba en mis labios delicadamente, delineándolos, para luego sutilmente
pedir permiso para introducirse en mi boca, estaba en el cielo, solo con su
lengua, y quería sentirla en todo mi cuerpo, aunque estaba nerviosa, no sé cómo
iba a reaccionar mi cuerpo cuando ella empezara a tocarme, con la sensibilidad
de mi piel, así como la tengo hoy nunca he intentado que me toquen.
Poco a poco ella me fue
desvistiendo, las dos sintiéndonos, fue algo tan hermoso, como si tuviéramos
miedo de que todo era un sueño, sentir como temblaba con mis dedos dentro de
ella, la bese delicadamente sintiendo como su orgasmo iba desapareciendo,
recordé la frase que me dijo en una ocasión cuando supe que no podía estar
mucho tiempo sin ella, aunque no pudimos permanecer juntas, susurrándole en su
oído de forma cariñosa le dije “and now touch my tears with your lips, and
touch my world with yopur fingert tips, and we can have forever” ella al escucharme me beso con
pasión, hasta que sentí lo salado de sus lágrimas en mis labios. Supe entonces que
recordó todo lo que paso esa noche, intento irse pero la detuve.
No te lo dije para culparte o
hacerte sentir mal Jul, solo quiero que entiendas, que mi mundo se basa en los
momentos que puedo estar contigo, en la hora o en los cinco minutos que estoy
contigo, me basta con eso, solo quiero esconderme del mundo por el tiempo que
podamos y estar contigo.- Dije abrazándola a mí y besándola delicadamente.
Ella me iba a responder, yo se lo
impedí besándola nuevamente y, le susurre: “solo quédate conmigo esta noche por
favor, mañana veremos”. La conduje hasta mi habitación, caímos agotadas en la
cama, sentirla así abrazada a mí, completamente desnuda sintiendo toda su piel,
tenía sentimientos, encontrados por un lado quería volver a hacerla mía, sentir
su cuerpo, y por otro estaba agotada, no me he recuperado completamente del
tratamiento, aun técnicamente estoy en tratamiento por otra cosa, pero me da miedo,
me da miedo volver a enfermarme, volver a sentir todo ese dolor, los mareos
todo, sé que lo que tengo no es grave y con el tratamiento mejorare, pero igual
me da miedo. El sueño me venció, cuando desperté al día siguiente ella ya no
estaba, sentía su lado frio, mmm probablemente se fue muy temprano, duermo con
aire acondicionado, así que la cama aun donde estaba acostada yo estaba fría.
Me pare con esfuerzo de la cama, sintiendo mis músculos entumecidos, algo rígidos,
estaba empezando el dolor. Fui al baño a tomarme el coctel de pastillas, para
luego desayunar. Cuando voy a la cocina me sorprendo de ver a Julia hablando
con Helen.
Hola buenos días, ¿cómo están?.-
Dije sonriendo por saber que estaba aquí, que no se había ido y dejado. Pero lo
bueno dura poco y mis musculo cada vez estaban más rígidos y adoloridos,
trataba de no hacer muecas para no alarmar a Jul, con Helen no me preocupo
porque ella obviamente lo sabe y como mi doctora está enterada de todo.
Cuando me senté en el desayunador,
ya mi cara estaba roja por el esfuerzo, el hecho de sentarme en esos banquitos
elevados, significo mucho esfuerzo tomando en cuenta que casi no podía separar
los pies del suelo.
Helen, toco mi muslo, sintiendo la
dureza de los mismos, observe como su cara se volvió seria, ella no sabía si
preguntar delante de Jul o no, así que no dijo nada, pero fue a su habitación a
buscar una jeringa con un relajante muscular. “ven te pondré esto Vivian”.-
Dijo seria.
No por favor; Helen hoy no ya me
tome las pastillas deja que me hagan efecto. Dije en tono suplicante.
Sabes que no es así como funciona
Vivian, ayer tuviste mucha actividad y no puedes.. Yo la interrumpí “se lo que
hice ayer Helen, pero hoy no quiero la puta medicina, estoy cansada de esa
mierda”.- grite frustrada.
¿Vivian, que sucede? Pregunto Julia
con voz suave, pero en su rostro podía verse la preocupación
Mm no es serio, solo que mis muslos,
se vieron afectados por la radioterapia y ahora estoy en tratamiento nada
serio.- Dije aguantando el dolor, ya que Helen me había aplicado la inyección.
Vamos, te llevare al sofá.- Dijo
Helen en tono autoritario.
Pasaron unos 20 minutos para que me
quedara dormida, lo que me desagrada bastante del medicamento es que duermo
mucho, y quedo en un estado medio lento por varias horas después de haberme
levantado.
¿Qué sucede Helen? ¿Por qué necesita
medicamentos?- pregunto Julia nerviosa cuando vio que yo me quede dormida.
No es grave Julia, solo molestoso,
ella tiene los músculos muy débil ocasionando esto que le den calambres y que
los músculos se contraigan, debe iniciar fisioterapia para solucionar, pero es
sumamente dolorosa, ya que consiste en una seria de estiramientos, para que el
musculo se haga mucho más flexible. No es grave.- respondió Helen sonriéndome.
Debería irme, pero no quiero hacerlo
hasta que no pueda hablar con ella, no quiero que piense que todo será como
antes.- comento Julia preocupada.
Mm ella tardara varias horas en
despertar, si quieres déjale una nota, así cuando despierte, la leerá puede
regresar en horas de la tarde, tratare de que sus reuniones no se pasen de las
seis de la tarde. Aunque hoy tiene clases de idioma y música, pero veré que
puedo hacer.- respondió Helen seriamente
Oh porque está estudiando? No piensa
ejercer el derecho?.- pregunte curiosa.
Mm no creo, desde hace unos meses
cuando termino su libro, se dio cuenta que podía vivir cómodamente con lo que
le daba el libro, aparte por el acuerdo que tenemos parte de lo que yo tengo es
de ella, así que económicamente está muy bien.- Dijo Helen.
¿Qué? y por qué tú le das dinero?
Acaso son algo?.- pregunto Julia notablemente celosa.
Oh no cariño, no somos pareja nada,
pero por motivos personales míos y cuestiones que le pasaron a ella en suiza,
nos tuvimos que casar, pero no somos pareja, espera que ella despierte y te lo
explicara.- respondió Helen divertida.
Te casaste con mi mujer.- Grito
Julia con la cara roja.
Mmm Julia, te lo explicare ella para
el momento que la conocí no era tu mujer, es más dudo que en algún momento
pueda serlo, pero ese no es mi problema ni opinare sobre eso, si quieres tener
una relación con ella en verdad que no me molesta para nada, pero no vayas a
joderle la vida, porque no lo permitiré, ahora si me disculpa debo llamar a sus
profesores para informarles que no podrán venir, tu estas amablemente invitada
a quedarte sino lo harás en la gaveta hay papel y bolígrafo déjale una nota.
Ahora si me disculpas tengo cosas que hacer.- Dijo Helen en tono calmado.
Julia
Oh por dios como que se casaron,
ella es mía no pudo estar con ella, porque ella le permitiría estar conmigo si
es su esposa, aunque en lo que me dijo tiene mucha razón, yo no puedo exigir
nada. Oh por dios los celos me están consumiendo, así se debe haber sentido
ella cuando yo me iba, cuando me case con Carlos, cuando le presentaba
continuamente a mis novios.
Escribí una nota tratando de
escribirla de la forma más serena.
Querida Vi
Tengo que ir a la oficina, regresare
en la tarde debemos hablar..
Un beso
Jul.
Me fui directo a la oficina con mil
ochocientos pensamientos todos relacionados con lo que había dicho Helen,
necesito saber que paso en el tiempo que ella estuvo en Suiza, en su libro
comenta ciertas cosas, que podría tomar como ciertas, pero no creo es un libro
que en muchas oportunidades ella ha dicho que es solo fantasía.
Julia debo hablar contigo!.- Fue lo primero que dijo Carlos cuando atendí el celular.
Oh por favor Carlos no empieces a
discutir tan temprano, ya te dije que estaría ahí para la fiesta de tu empresa,
pero no me amargues la existencia, que ahorita no tengo tiempo.- respondí en
tono serio.
No voy a discutir, Julia pero
necesito que vengas antes, tenemos que hablar seriamente necesito un sucesor y
lo más lógico es que tú lo tengas, ya que como mi esposa es lo normal, por otro
lado, he escuchado que Vivian regreso a tu ciudad, y debo recordarte que no es
conveniente que te vean a su lado, han empezado a rumorearse que nuestro
matrimonio no es tan sólido por aquí han estado diciendo que tienes aventuras,
debo aclararte el acuerdo Julia?.- Dijo Carlos en tono amenazante. ´
No me amenaces Carlos, te dije que
no tengo humor para hablar, cuando llegue a España hablamos, adiós..- le
tranque el teléfono antes de que el pudiera decir nada. Como carrizo me metí en
este problema, Carlos cada vez está más controlador, no me gusta cómo se está
comportando, nunca debí aceptar esto, Vivian tuvo razón, ahh como coño hago
para recuperar el control de mi vida.
Pase el día de humor de perros en la
oficina, tratando de sacar todo el trabajo que tenía, si debo viajar para
finales de semana no quiero dejar nada sin trabajar, para que cuando llegue no tenga
sorpresas, a las cinco en punto deje todo lo que estaba haciendo para ir a
donde Vivian, no puedo seguir sin saber a ciencia cierta qué tipo de relación
tiene con Helen, muero de celos de imaginarme a Helen tocando su cuerpo, no es
posible, no pueden.
Hola Helen, puedo subir?.- pregunte
desde el teléfono ubicado en la recepción del edificio.
Claro Julia, te espero indícale al
portero que suba, ya di la entrada.- Respondió Helen.
Cuando subí, ella se encontraba esperándome
en la puerta de la casa, estaba recién salida del baño, con una bata que cubría
su cuerpo, no mentiré por unos segundos mi vientre se tensó por un relámpago de
excitación al imaginarme a Helen desnuda.
Cuando entre está saliendo Vivian de
su habitación igualmente solo con una bata de baño, su cabello mojado, y un
ligero tono sonrojado en su cuerpo, que espero que sea culpa del agua caliente,
y no por una sesión de sexo con Helen. “hola Vivian como estas, veo que mejor”
dije con una ceja levantada, sin poder ocultar el ataque de celos que estaba
sufriendo.
Mmm, ven vamos a hablar, antes de
que te de un ACV.- Respondió Vivian
divertida
Pase por un lado de Helen, la cual tenía
una sonrisa mal disimulada en su cara, lo que me daba más rabia, porque era
como si se estuviera riendo de mí, cuando entramos en el cuarto de Vivian, Helen
grita “por favor no vayan a destruir la habitación”. Yo quede para en la puerta
con ganas de devolverme y gritarle que yo podía hacer lo que me diera la gana y
que Vivian era mía.
Cuando entramos me siento en la
cama, extrañamente cohibida por la seguridad que tiene, ella se acerca a mí y
lentamente me da un beso que me supo a gloria, me encanta como besa, de una
manera delicada pero al mismo tiempo se adueña de tu boca, recorriendo tus
labios con su lengua, uff que rico, cuando volví del limbo donde estaba por sus
besos estaba acostada en su cama, con ella sobre mi besando mi cuello, mientras
sus manos estaban por mi cintura subiendo lentamente sus manos hasta acariciar
mis senos, no pude evitar que un gemido se escapara de mi boca, es que no puedo controlarme cuando ella me
toca, nunca lo he hecho y ahora con su nueva seguridad es más irresistible aun.
Hacemos el amor con toda la ternura que ella me inspira, tome sus pezones entre
mis labios acariciándolos con mi lengua para luego chuparlos con más fuerza,
escuchando sus gemidos, le quite la bata por completo, descubriendo la grata
sorpresa que no llevaba nada debajo, baje al centro de sus piernas, dejando un
camino de besos desde sus senos hasta ahí, besando y haciendo un camino con mi
lengua, cuando llegue a su centro, ella toma mi cabello y me dice “hazlo” la
urgencia en su voz, me excito a un nivel que nunca había tenido, cuando ella
llego a su orgasmo casi hace que yo llegue, con solo saber que le había dado el
suficiente placer. Nos acostamos en la cama arropándonos con el cubrecamas, “por
favor debemos hablar me esta volviendo loca imaginarme que tienes algo con
Helen”. Dije de manera seria viéndola a la cara.
Dios si que sabes matar un momento
agradable Julia.- Respondió disgustada
Debemos hablar y no se cuanto tiempo
tenga para estar aquí Vi, no puedo irme sin saber que sucede.- le dije en tono
serio y desesperado.
Ahh, por Dios, estamos casadas, no
nos acostamos ya no lo hacemos, ella le tiene miedo al compromiso, y el decir
que está casada aleja a las mujeres que tienen intenciones de algo más serio,
yo lo hice porque era la única manera de que si volvía a enfermarme mis padres
no tomarían decisiones sobre mí, ahora en caso de que algo suceda ella es la responsable, pero aun si yo me acuesto o
no con ella tu no puede decir nada Julia, porque si mal no recuerdo tu estas
casada, y por lo que se dice en la prensa es que estas en tratamiento para
salir en embarazada. Ahora te pregunto ¿qué quieres de mí?.- dijo Vivian sentándose
en la cama.
Yo quiero de ti todo, quiero que
seas mía y solo mía no quiero que nadie más te toque solo yo.- respondí sin
prestar mucha atención a nada de lo otro que dijo.
Mm esta conversación será larga y
probablemente desagradable.- dijo vistiéndose.
“Vamos por un café para poder hablar”
completó saliendo del cuarto dejándome a mi desnuda en la cama, me vestí lo más
rápido que pude, solo colocándome el jean y la camisa sin ponerme la ropa
interior para seguirla a la cocina necesitamos aclarar todos los puntos hoy, y
probablemente hablar de mi no muy lejano embarazo, no creo que Carlos acepte un
no por respuesta.
Continuara..…
Sigue enamorándome esta historia,
dedicada totalmente a mi musa que con sus locuras e ideas me hacen crear nuevas
tramas, en el próximo capítulo explicare el trasfondo de todo lo que se ha
visto hasta ahora, explicando el porqué de todo. Será que Vivian aceptará un
embarazo, o Julia aceptara compartir a Vivian?